Entre 2015 y 2020, más de 1.500 millones de personas comenzaron a utilizar Internet por primera vez. Otros mil millones más se unirán a ellos en línea para 2025.
Estos nuevos usuarios de Internet provienen de lugares como Brasil e India; Indonesia, México y Nigeria; Sudáfrica y Vietnam. Experimentan Internet de manera diferente a quienes vinieron antes que ellos, conectándose en sus teléfonos y adoptando nuevas aplicaciones y herramientas increíblemente rápido. Cada vez más, son sus necesidades e ideas las que están dando forma al futuro de la tecnología para todos, en áreas que van desde la inclusión financiera hasta la traducción de idiomas.
Hoy, sin embargo, los nuevos usuarios de Internet enfrentan su mayor desafío: el impacto de COVID-19. La forma en que los ayudemos a superarlo contribuirá en gran medida a garantizar que la recuperación de la pandemia sea inclusiva y sostenible.
Media década de cambios
Sin lugar a dudas, Internet es más accesible y democrático que en 2015.
Los costos de los datos móviles han disminuido considerablemente, lo que ha ayudado a duplicar el número de propietarios de dispositivos móviles. La proporción de personas que no hablan inglés que utilizan Internet ha alcanzado tres cuartos del total global y las personas de todo el mundo utilizan cada vez más el vídeo y la voz como herramientas para encontrar información y servicios en línea.
Sin embargo, a medida que la pandemia aumenta la importancia de la tecnología en nuestras vidas, trabajo, educación y salud, el riesgo es que este progreso desacelere o, peor aún, se revierta porque los nuevos usuarios a menudo carecen de los medios o conocimientos para navegar por Internet con confianza.
El impacto de COVID-19
Muchos usuarios nuevos nos han dicho que los efectos económicos y sociales del coronavirus se suman a las presiones que ya enfrentan. La combinación de ingresos más bajos y precios más altos significa que se ven obligados a racionar sus datos móviles; la comida y la vivienda deben ser prioritarios. Sin un alto nivel de alfabetización digital, a menudo tienen dificultades para acceder a la ayuda financiera del gobierno, los recursos comunitarios o la educación. Y cuando se trata del virus en sí, a muchos les resulta difícil separar los hechos de la información falsa o encontrar opciones confiables de atención médica.
No es de extrañar que esto esté afectando su salud mental y su optimismo sobre el futuro. Existe un riesgo real de que sin el tipo de apoyo adecuado para los nuevos usuarios de Internet, las brechas digitales que ya existen podrían ampliarse, lo que se suma a la desigualdad económica y social.
Cómo ayudamos a los nuevos usuarios de Internet desde ahora
Ayudar a los nuevos usuarios a superar el COVID debe ser una prioridad para la industria de la tecnología, los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones sin fines de lucro.
Durante la última media década, el trabajo de Google para los siguientes mil millones de usuarios, ha conducido a grandes avances que de otro modo no hubiéramos logrado, desde Google Pay (creado en India y que ahora se usa en todo el mundo), hasta IA que puede ayudar a los niños a leer en varios idiomas, a aplicaciones que pueden proteger la privacidad de las mujeres en dispositivos compartidos. Esto ha revitalizado nuestro enfoque y el de otros en desarrollar tecnología para el bien, para apoyar el progreso y resolver desafíos.
Ahora, en respuesta al COVID-19, necesitamos redoblar los esfuerzos de la industria para hacer que Internet sea más inclusivo y accesible, a pesar del impacto de la pandemia.
En primer lugar, debemos asegurarnos de que los nuevos usuarios tengan herramientas fáciles de usar que satisfagan sus necesidades económicas inmediatas.
Reconocemos la responsabilidad de Google en esto. Aplicaciones como Kormo Jobs en India, que conecta a las personas con listados de empleos básicos, ya están desempeñando un papel vital para ayudar a las personas a encontrar trabajo. En los próximos meses, lanzaremos un nuevo producto de Google que abrirá oportunidades de ingresos adicionales, reconociendo que para la mayoría de los nuevos usuarios, proteger los ingresos es la primera prioridad.
En segundo lugar, tenemos que aumentar nuestro enfoque en la educación: desarrollando programas de alfabetización digital para ayudar a las personas a comprender mejor la información y los servicios en línea a corto plazo y adaptarse a cambios más profundos a largo plazo, como el auge de la educación en línea.
Iniciativas soportadas por Google.org en educación mediática como las de Southeast Asia son importantes en dicha dirección. Así mismo, las colaboración que se ha hecho desde la Google News Initiative para Latinoamérica – como DigiMente para Hispanoamérica – y programas de “Crece con Google” como Sé Genial en Internet, que promueve la seguridad en línea para niños. Es muy importante que trabajemos fuerte con este tipo de programas durante y post pandemia.
En tercer lugar, tenemos que seguir construyendo un ecosistema de apoyo en torno a nuevos usuarios. Debemos aspirar a que cada organización que posee o desarrolla tecnología piense en términos de inclusión, lo que facilita que los nuevos usuarios de Internet comprendan y naveguen el mundo en línea.
Con demasiada frecuencia, la responsabilidad de ayudar a los nuevos usuarios a conectarse en línea recae en los «maestros informales», los amigos y la familia que los rodean. Iniciativas como Design Toolkit for Digital Confidence muestran cómo podemos comenzar a cambiar eso, proporcionando un plan para que los fabricantes de tecnología desarrollen herramientas que funcionen de manera intuitiva para todos, de modo que puedan aprender a usar Internet de forma independiente sin importar sus circunstancias o el lugar en donde viven.
Finalmente, tenemos que seguir con el trabajo continuo de expandir el acceso digital para todos que nos llevó a crear la iniciativa de los siguientes mil millones de usuarios en 2015: asegurándonos de que Internet y las herramientas que sustenta funcionen mejor y de manera más inteligente con el poder de la IA; que funcionen en más idiomas; de más formas, desde voz hasta video y texto; y para más personas, incluidas las que viven con discapacidades.
COVID-19 es un desafío para todos y está afectando especialmente a los nuevos usuarios de Internet. Pero incluso frente a este desafío, hay oportunidad. A medida que la tecnología juega un papel más importante en nuestras vidas y las economías digitales crecen, podemos y debemos hacer que Internet sea mejor y más inclusivo en el mundo post-COVID, para los miles de millones en línea hoy, los próximos mil millones por venir y más allá.
Por: Caesar Sengupta, Vicepresidente de Pagos y de la Iniciativa de los próximos mil millones de usuarios en Google
Source: Google Productos